| DATOS | |
|---|---|
| Desarrollador(es) | TickTock Games |
| Género | TPS |
| Plataforma(s) | ![]() |
| Fecha de lanzamiento | 17-10-2017 |
Nota: este juego es una remasterización del original de 2006.
Soy muy ordenado y no me atrae mucho el analizar un remaster antes de haber jugado al original, pero como para eso puede que queden años todavía (al menos al ritmo al que consigo acabar juegos hoy día), dejaré aquí mi opinión ahora. Al fin y al cabo parece que lo único que han cambiado son los gráficos: la jugabilidad es prácticamente la misma.
El juego está basado en un cómic británico que se empezó a publicar a principios de los 80. La ventaja de esto es había ya un extenso acervo disponible para que los desarrolladores lo aprovecharan, incluyendo una peculiar ambientación en un remoto planeta, Nu-Earth (Tierra NU). Devastado por un largo conflicto entre las facciones de el Norte y el Sur, el uso masivo de armas químicas y biológicas ha dejado una superficie desvastada y tóxica (y muy fea), tanto que los humanos necesitan equipos de respiración para aventurarse fuera. Cuando lo leí en su día no pude dejar de ver la inspiración obtenida por la guerra civil estadounidense y ambas mundiales (aquí los norteños son los fascistas, y los sudistas los buenos). Los uniformes, la guerra de trincheras, las máscaras antigás, la propaganda... Incluso hay menciones al trastorno por estrés postraumático (un concepto que se hizo conocido por la guerra de Vietnam, aunque ya en la Primera Mundial se conocía como neurosis de guerra).

A pesar de esta potencial riqueza de trasfondo, el juego se resigna a ser otro shooter en tercera persona más, y el argumento no tiene trascendencia alguna. Te puedes saltar las ocasionales secuencias cinemática si quieres, no te perderás ningún detalle importante. Tu personaje, Rogue, es uno de los escasos supervivientes de un grupo de superguerreros modificados genéticamente, la Infantería Genética (G.I.), el resultado de mezclar a Rambo, B.J. Blazkowicz y un pitufo (o eso deduzco, por la piel azul). Un general sureño traidor casi consigue exterminarlos en una emboscada, y Rogue se dispone a vengar a sus camaradas.



Además de estar en forma y poder respirar la venenosa atmósfera de Tierra NU, Rogue cuenta con la ayuda de tres de sus antiguos colegas, cuyas conciencias han sido almacenadas en unos biochips especiales recuperados de sus cuerpos. El chip de Gunnar ha sido instalado en tu arma, permitiendo que pueda ser mejorada y modificada, e incluso colocada para proporcionar fuego de cobertura de forma autónoma. El chip de Helm terminó en tu casco y puede hackear dispositivos o proyectar un señuelo holográfico de Rogue, para distraer enemigos y atraer su fuego. Finalmente, Bagman controla tu mochila y la mantiene bien abastecida de munición y suministros.
Estos hay que "comprarlos" con el principal recurso del juego, la chatarra o "restos". Los puntos se te proporcionan al inspeccionar cuerpos o pilas de escombros repartidas por el mapa. Es una acción bastante rápida, pero termina haciéndose cansina porque te pasas la mayor parte del juego haciéndolo (casi más que disparar, o eso parece). Además de fabricar cargadores y botiquines, los restos también se pueden emplear para mejorar tu equipo, implementando actualizaciones que se desbloquean regularmente a lo largo de la campaña.

Un buen TPS debe ofrecer una amplia selección de armas, y Rogue Trooper es único en ese aspecto dado que sólo hay dos propiamente dichas: la pistola y el fusil. Pero, tal y como mencioné antes, este último se puede cambiar a diferentes configuraciones, como el magnífico silenciador (nunca lo quité), la escopeta para distancias cortas, el fusil de precisión (obligatorio en algunas fases, y para algunos enemigos como las torretas), e incluso un lanzamisiles antiaéreo para derribar esas molestas naves. El sistema funciona bien y con un menú de acceso rápido puedes cambiar fácilmente de modo.
Y el caso es que... los tiroteos son realmente divertidos. Quizá hacia el final del modo historia te sientas algo cansado tras el exterminio de unos miles de paisanos, pero por lo demás es muy satisfactorio. El punto fuerte es el modelo de daños. Con habilidad y un buen ratón, irás ventilando una cabeza tras otra. Pero una bala bien colocada en un tanque de aire es incluso mejor: su portador explotará tras unos segundos corriendo lleno de pánico, llevándose a varios de sus compañeros con él. Un tiro a la pierna les dejará cojeando, y así. Las sensaciones son buenas y los distintos de explosivos lanzables sólo lo hacen mejor. El uso del sigilo también es una posibilidad, y muy bien implementada, con ejecuciones instantáneas si consigues aproximarte por detrás a un soldado desprevenido.

Un aspecto que por desgracia no disfruté fue el sistema de cobertura. Puedes esconderte detrás de esquinas o muros bajos, en la línea de muchos shooter de la época, e incluso disparar a ciegas para obligar a los malos a agachar las cabezas. Pero al parecer el esquema de controles presente en el juego original cambió a peor. Ahora se activa automáticamente justo en el momento que menos lo necesitas, y en vez de ser una ayuda provocará tu muerte en más de una ocasión. Las constantes oleadas de refuerzos enemigos no ayuda precisamente, y nuestro pobre Rogue terminará muchas veces en un charco de sangre azul, y con más agujeros que un alfiletero.
Pero no consientas que este pequeño problema te aleje de Rogue Trooper. Sí, te olvidarás de él pasados unos días, pero es placentero mientras dura. Ah, y solía haber un modo multijugador, pero creo que los servidores dejaron de funcionar hace tiempo. Tampoco es que hubiera un modo cooperativo real.

Jugar
Steam o GoG. Hay una edición de coleccionista absolutamente innecesaria con la banda sonora, un cómic y fondos de pantalla.
(Sí, sé que también está en otras plataformas, pero para mí no existe ninguna consola posterior a 2006)
