Soy un fanático de los archivos de texto plano. Puede que pasen los años y que liberen nuevos formatos y editores potentes, pero nunca sustituirán al viejo y fiel .txt en mi corazón. Hay un sentimiento que no puedo describir cuando veo la interfaz austera, la fuente monoespaciada, y las líneas de texto ajustadas sobre un fondo blanco. No hay nada superfluo que te distraiga. Escribir así te obliga a estar centrado y a componer una imagen o mapa mental de lo que quieres comunicar. Desde el veterano Bloc de notas de Windows al gedit, he pasado miles de horas con la vista clavada en editores similares.

Y sí, el texto TIENE que estar ajustado a 80 columnas. No puedo aceptarlo si no. ¡Me da igual que ya estemos en 2025! Solía ajustarlo yo mismo, hasta que descubrí una pequeña utilidad de *nix llamada fold. Este comando lo hará por ti, pero hay un problema: no funciona correctamente con caracteres especiales, como acentos. La herramienta se pensará erróneamente que se trata de dos caracteres distintos, y el conteo de columnas saldrá incorrecto. Nada sorprendente, pues es un programa muy antiguo. Así que, ¿cómo arreglarlo?

Bueno, ¿pues no resulta que yo mismo escribí un sustituto en Python que sí soporta esos caracteres? pfold (proper fold, "fold como es debido") funciona del mismo modo que el original en el resto de casos.

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